Desde un punto de vista histórico y contemporáneo, la estación de Cornavin es tanto una puerta de entrada a la ciudad como un lugar de encuentro. Su posición le permite generar un lugar céntrico donde, el transporte público, peatones y ciclistas, deben encontrar su lugar en una zona de intensa confluencia. Se define una zona de intervención en la que se propone la transición entre la infraestructura, y un tejido urbano único, como es el distrito de Grottes.

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La ubicación de la estación de tren de Cornavin también es estratégica desde el punto de vista de la continuidad de los espacios naturales de la ciudad, ahora inexistente.

“AU VERT! »Propone la continuidad del paisaje natural del Parc des Cropettes, integrando la presencia de vegetación a lo largo del nuevo espacio público.  Más allá del aspecto sensorial, la nueva infraestructura verde representa una oportunidad para regular la temperatura, desarrollar áreas permeables que permitan la infiltración del agua de lluvia e se introduzca la noción de temporalidad. Esto genera un espacio público dinámico, donde las estaciones se manifiestan según la floración y follaje de los elementos plantados.